«Un homenaje a Plasencia, la antigua Ambrosía»
En plena Edad Media, la Reconquista avanza, a pesar de la fuerza del imperio Almohade. El rey Alfonso VIII funda, en un paraje idílico de los amplios territorios de la Trasierra, la populosa ciudad de Ambrosía (nombre griego que sonaba a pagano en la Edad Media y que se transformó en Plasencia, que significa lugar placentero para vivir).
El joven Blasco Jiménez, la mano derecha del prelado, conoce a una bellísima mujer, que le iniciará en el amor y en los misterios de la Kabalah. Dos realidades entran para él en pugna: la fidelidad al espíritu de la ciudad recién fundada y su propia libertad. Después de su paso por la Escuela de Toledo, Blasco terminará siendo partícipe de un misterioso secreto en Coria, donde se guarda algo que le hará descubrir, casi por casualidad, la luminosa explicación a los apasionantes sucesos de su vida.
Estamos ante una gran novela histórica que fue premiada con el Premio Fernando Lara de Novela en 2007. Está ambientada en la Edad Media y, según su propio autor, «recrea la Ávila del siglo XII y la repoblación de la Trastierra, en una época en la que Alfonso VIII se embarca en la aventura de una nueva reconquista y se funda la ciudad de Ambrosía, la actual Plasencia».